Dear Brothers and Sisters in Christ, I wish to inform you that after a careful review of the medical situation, and hearing the recent concerns of our Governor and civic leaders on television, I have been advised by Diocesan leadership to suspend public worship. I agree with their recommendation and the suspension of public worship is effective as of today, July 1st, 2020. This returns us temporarily to those protocols we were following just prior to the reopening of our parishes. You should anticipate a suspension of approximately four weeks but the matter will be reviewed daily and the suspension could be for a shorter or longer duration. Those who follow national news are aware that the State of Arizona has been referenced across the nation for our substantial spike in Covid-19 cases. When the pandemic began I stressed that a primary factor on reopening would be the ability of our hospitals and medical personnel to respond adequately to the sick. Members of the medical community—who daily place themselves at great risk to serve us—are now telling us that we are at a crisis point. I believe that we owe it to these noble men and women to do our part in bringing the pandemic under control. For now, let us be committed to journeying in solidarity with the sick, the suffering, the unemployed, the frightened, and the healthcare workers who must daily face this pandemic without flinching. Join with your local parish for televised or internet Masses, or log onto the Diocese of Tucson web page and join me for daily Mass. The protocols we instituted for our parishes at the time of our reopening were sensible, thorough, and implemented with care and sensitivity. When we are able to open up once again these protocols will be reinstated. But for now, where it is safe, pastors will arrange for an outdoor distribution of Holy Communion after members of the faithful have observed a Mass via technology. Confessions will be heard only out-of-doors. The only public Masses will be funerals and weddings, and with a limit of ten persons in the congregation. I wish to express my deep gratitude for the clergy and parish ministers who have responded so very well throughout the pandemic. They are extraordinary men and women and their fidelity to you and intense desire to be of service is a witness to the grace of their vocation. Let us pray that this suspension is brief and that we can soon be in one another’s company. Let us also be unified in our resolve to lead the way in battling this pandemic. The witness and example of our lives and the intensity of our prayers will surely help to heal the world. May God bless you abundantly, +Edward J. Weisenburger Bishop of Tucson | Estimados hermanos y hermanas en Cristo, Deseo comunicarles, que después de una cuidadosa revisión de la situación médica, y tomando en cuenta las preocupaciones recientes tanto de nuestro Gobernador, como de líderes cívicos en la televisión, los dirigentes diocesanos me han aconsejado suspender el culto público. Estoy de acuerdo con su recomendación y la suspensión del culto público a partir del primero de Julio del año en curso. Esto nos regresa temporalmente a los protocolos que estábamos siguiendo justo antes de la reapertura de nuestras parroquias. Usted debe anticipar una suspensión de aproximadamente cuatro semanas, pero este asunto será revisado diariamente y la suspensión podría ser más corta o más larga. Aquellos que siguen las noticias nacionales están conscientes de que el estado de Arizona ha sido mencionado en todo el país por el aumento sustancial en los casos de Covid-19. Cuando comenzó la pandemia, subrayé que un factor principal en la reapertura sería la capacidad de nuestros hospitales y personal médico para responder adecuadamente a los enfermos. Los miembros de la comunidad médica, que diariamente se ponen en gran riesgo para servirnos, nos están diciendo ahora que estamos en un punto de crisis. Creo que hacer nuestra parte en poner la pandemia bajo control es lo que les debemos a estos nobles hombres y mujeres Por ahora, hagamos el compromiso de recorrer este camino en solidaridad con los enfermos, los que sufren, los desempleados, los asustados y el personal de salud que deben afrontar diariamente esta pandemia sin retroceder, únase a su parroquia local para misas por televisión o por Internet, o inicie la sesión en la página web de la Diócesis de Tucson y acompáñeme para la misa diaria. Los protocolos que establecimos para nuestras parroquias en el momento de nuestra reapertura eran razonables, prácticos e implementados con cuidado y esmero. Cuando podamos abrir nuevamente, estos protocolos serán reestablecidos. Pero por ahora, donde sea prudente, los párrocos organizarán una distribución de la Santa Comunión al aire libre, después de que los feligreses hayan escuchado misa a través de la tecnología. Las confesiones sólo se escucharán fuera de las puertas. Las únicas misas públicas serán funerales y bodas, y con un límite de diez personas en la congregación. Deseo expresar mi profunda gratitud para el clero y los ministros parroquiales que han respondido tan bien a lo largo de la pandemia. Son hombres y mujeres extraordinarios; su fidelidad hacia ustedes y su intenso deseo de servir es testimonio de la gracia de su vocación. Oremos para que esta interrupción sea breve y que pronto podamos estar en compañía de los demás. Estemos también unidos en nuestra determinación para servir de ejemplo en la lucha contra esta pandemia. El testimonio y el ejemplo de nuestra vida y la intensidad de nuestras oraciones seguramente ayudarán a sanar al mundo. Que Dios los bendiga en abundancia, +Edward J. Weisenburger Obispo de Tucson |
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April 2022
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